Por: Carlos Monterrey

De pie, meciendo mi bicicleta, con el pie derecho en el borde del andén y la mano izquierda en el manillar, espero que Glass me de las indicaciones para llegar a mi destino. Mientras miraba fijamente el prisma rectangular arriba de mi ceja, sentí un toque en mi hombro derecho. Antes de que pudiera girarme una voz me pregunto, “¿Son las nuevas Google Goggles?”.

“De hecho, es Google Glass”, respondí.

Mientras escribo esto, he estado usando Google Glass, en singular, por favor, por más de dos meses. Fui uno de los pocos afortunados que se aseguró un par a través del programa Google´s Glass Explorer para desarrolladores y pioneros.

Carlos Monterrey wearing Google Glass™

Wearing Google Glass made the author a target for curious bystanders and derisive non-techies.

Como la mayoría de los exploradores, tenía una visión de grandeza, un interés por el lujo tecnológico y un entusiasmo por la innovación. La realidad es, desafortunadamente, más mundana. Al usar en público mi Glass negra, me he vuelto más tímido de lo que esperaba ser, especialmente en los baños públicos, los gimnasios y otros ambientes que son más susceptibles a las miradas.

Ser uno de los primeros en adoptar esta tecnología portátil también viene con una responsabilidad cívica peculiar. Cuando eres el dueño de un artefacto experimental, mundialmente anunciado, la carga que genera tener que compartir, enseñar y entretener es demasiado real (todo esto es parte de la experiencia), no solo con amigos y familiares, sino también con el que nunca falta, el desconocido amigable.

Este escenario, que se ha repetido más de una docena de veces, ha sido más o menos así:

  1. Preguntan acerca de Glass.

  2. Preguntan si pueden usarlas.

  3. Hablan muy duro en un intento por que haga algo genial. “OK, Glass..humm, oh Dios mío, es cómo Siri?”

  4. Deslizan torpemente la interfaz táctil de Glass, ocasionando una llamada no intencionada a la prima, la novia u otra persona que aleatoriamente encuentran en el directorio.

  5. Accidentalmente, publican fotos que les favorecen muy poco.

Yo entiendo por qué las personas están muy curiosas sobre este diseño. El marco casi indestructible prácticamente no pesa nada. Produce video de calidad HD y su sistema de audio de conducción ósea es extremadamente efectivo. La mayoría de las personas se quedan mirando con curiosidad y todos los comentarios son positivos (una nota posiblemente relevante, vivo en el corazón de Silicon Valley).

Algunos no usuarios malintencionados y líderes de opinión culturales están criticando maliciosamente a Glass como el más reciente símbolo de “los nerds”, similar al Segway, solo que portátil. La revista Wired tenía un artículo titulado: “Personas como estas pudieran acabar con Google Glass antes de que incluso despegue”, en el que se mostraba a jóvenes e inversionistas expertos en tecnología como “bobos” al momento de usar Glass, lo que quiere decir que si ellos no se ven bien al usarlas, nosotros tampoco. No le daré mucha importancia al aspecto de la moda, excepto, que se me dijo que tomar fotos con Glass me hacía lucir exponencialmente menos burgués que tomarlas con un iPad.

Mirando a través de un ojo vidrioso y otros peligros

Mi plan inicial fue desarrollar una aplicación para Glass. Eso no se ha cumplido. El Glass Development Kit (GDK), el cual permitiría a los desarrolladores acceder a las interfaces de programación de aplicaciones (APIs), a fin de desarrollar aplicaciones para Glass, se anunció en mayo en la conferencia Goggle I/O. Al momento de escribir esto, el GDK no ha sido lanzado.

Esto me ha impacientado tanto como a otros usuarios de Glass. Cada vez que uso Glass no puedo dejar de imaginarme la plétora de posibles aplicaciones: visión de rayos X, telequinesia y un teatro en casa móvil. Fuera de broma, entre las aplicaciones, que aunque limitadas son muy prácticas, se incluye la toma de fotos y captura de video sin usar las manos, navegación GPS y comandos de voz. El mayor inconveniente es, por falta de un mejor término, ver a través de un “ojo vidrioso”. Esto se refiere a la mirada sin movimiento que la mayoría de usuarios tienen cuando usan activamente Glass. Mi historia: estaba tomando fotos en la cima de uno de mis caminos de montaña favorito. Mientras cuadraba todo para la foto, me quede tan quieto, a fin de que la foto no se desenfocara, que una mosca casi se me mete en la boca.

Algunos no usuarios malintencionados y líderes de opinión culturales están criticando maliciosamente a Glass como el más reciente símbolo de “los nerds”, similar al Segway, solo que portátil.

Aunque el futuro de Glass como un innovador social todavía está en duda, algunos están dirigiendo su atención a las aplicaciones para los equipos de trabajo. Piense en Square y en la forma en que facilita los pagos de la tarjeta de crédito para empresas muy pequeñas; Glass pudiera hacer lo mismo para comunicaciones entre empresas. Recuerdo, cuando tenía 19, mi primer trabajo de medio tiempo en Home Depot. A los pocos días de comenzar, el gerente me llamó a su oficina y me dijo que estaría trabajando en el departamento de electricidad porque la persona de esa área estaba enferma. Desafortunadamente, yo no sabía nada sobre equipos eléctricos y, por ende, sobre electricidad. Así que pasé el resto del día evitando preguntas de clientes que estaban confundidos (lo siento Home Depot).

¡Que diferente hubiera sido si hubiera tenido algo como Glass! Me imagino escaneado códigos QR y obteniendo instantáneamente todo lo que necesitaba saber sobre bombillos fluorescentes y proyectándolo directamente en frente de mis ojos. O compartiendo rápidamente mi pantalla con un compañero de trabajo en la sección de maderas, que sabía un poco más que este adolecente, sobre la conexión de polos a tierra en las cajas de conexión de casas anteriores a la segunda guerra mundial.

RoboCop

Las agencias de seguridad pública han contemplado por un tiempo ideas similares para Glass. Piense en lo que sería tener aplicaciones de reconocimiento de imagen que instantáneamente le dicen todo lo que necesita saber sobre una persona, su estatura, el peso, el registro criminal, etc., todo en un solo auricular manos libres.

Un operador de maquinaria en una fábrica puede actualizar en tiempo real a los supervisores sobre los peligros potenciales, literalmente transmitiendo lo que está viendo. Puede que el empleado de mantenimiento ya no necesite usar su burbuja de nivel, debido a que la proyección de una línea geométrica le dirá si la estantería en la pared esta derecha. La verdad lo único que nos limita es nuestra imaginación.

Es ventajoso para Google lanzar, cuanto antes, el GDK, ya que la creatividad de los desarrolladores y las aplicaciones que creen, justificarán o no, su concepto de computadora portátil. Esto le permitirá juzgar si colocar Glass en su cabeza es mejor que sacar el teléfono inteligente de su bolsillo. Hasta ese momento, seguiré siendo interrogado por amigables desconocidos sobre mi elección de usarlo en mi ojo.

Carlos Monterrey estudio comunicaciones en la Universidad de California, Berkeley. Actualmente está trabajando en una crónica documental sobre los artistas de nuevos medios en Bay Area.